A lo largo de las últimas semanas hemos asistido a un continuo tira y afloja entre el sindicato de guionistas americanos (el WGA) y la asociación que agrupa a las cadenas de televisión y productoras cinematográficas de Hollywood (la AMPTP). Pero tras casi ocho semanas de huelga, lo cierto es que las encuesas empiezan a mostrar una reducción paulatina del apoyo popular a los guionistas.
Si atendemos a los datos ofrecidos por la web DarkUFO, en la encuesta realizada cuando empezó la huelga, se preguntaba “¿Apoyas la huelga?”; y de casi 5000 respuestas, el 65% decía que si, el 22% decía que no y el 12% se declaraba inseguro. Pues bien, el 25 de diciembre se volvió a encuestar a la gente y la pregunta volvía a ser la misma, pero se ampliaba el rango de respuestas. Así, de casi 1550 personas, el 5% decía que ahora sí que apoyaba la huelga (lo que implica que antes no lo hacían), el 39% dice que ha secundado la huelga desde sus inicios, el 21% dice que ya no apoya la huelga (es decir, que al principio sí que la apoyaban), el 16% dice que estaba en contra desde el principio, y el 18% según le va el día.
Si analizamos los datos de la última de las encuestas y los comparamos con la primera, veremos cómo los que en un principio apoyaban la huelga incondicionalmente, ahora se ha reducido del 65% al 39%. Si le sumamos los que ahora si apoyan la huelga (es decir, el 5%), tenemos que, a día de hoy, el 44% de las personas sigue apoyando a los guionistas. Mientras que, si al 16% que declara no apoyar la huelga desde el principio, le sumamos las personas que ya no apoyan a los guionistas (un 21%), se puede apreciar cómo el porcentaje de apoyos perdido por los guionistas a ido a parar directamente a sus detractores. Así pues, ahora un 37% está en contra de la huelga.
Resumiendo y concluyendo, podemos decir que el apoyo perdido por los guionistas en estas casi ocho semanas de huelga ha ido a parar, casi íntegramente, a manos de los detractores de dicha huelga. Por mucho que los actores se hayan dejado ver apoyando a los guionistas, el público se cabrea cuando llega el lunes por la noche y no puede ver su serie favorita. Una semana sin serie, no pasa nada; dos, bueno, vaya y pase; tres, se puede soportar, pero dos meses sin ver a Scofield, Petrelli o Sawyer (por no hablar de la Dra Tancredi, Claire Bennet o Kate) es demasiado tiempo, y la gente se harta.
Como wl sindicato de guinistas no se de prisa en llegar a un buen acuerdo, van a acabar firmando algo que no les conviene debido a la presión popular y los que seguirán saliendo ganando son las productoras y las grandes cadenas de comunicación.
fuente seriesblog